De acuerdo, seamos claros. «Empresa familiar» es todavía un territorio algo inexplorado, ni siquiera existe una definición única, pero créanme, es un tema que está volviendo loco al mundo empresarial, a las asociaciones, a los bancos y a los políticos. ¿Por qué? Sencillo: la mayoría de las empresas, aquí en Italia y en el resto del mundo, son empresas familiares. ¡Piense en cuántas hay, desde el bar de la calle hasta multinacionales de fama mundial!

Y lo loco es que hasta ahorano había ningún curso interdisciplinarque abordara seriamente esta cuestión a nivel universitario o europeo. Pues bien, en la Escuela Europea de Economía hemos decidido llenar este vacío. Empecemos por lo básico: ¿qué es una empresa familiar? Es la unión de tres cosas: la familia, la empresa familiar y el patrimonio del empresario.

Pero cuidado, las cosas han cambiado radicalmente desde la posguerra. La familia ya no es lo que era, los vínculos son diferentes y los hijos no están necesariamente dispuestos a asumir responsabilidades empresariales, asustados quizá por el mercado o por las quejas de sus padres. La empresa familiar, pues, requiere cada vez más compromiso empresarial, sobre todo cuando la búsqueda de crédito se convierte en un negocio. ¿Y el patrimonio familiar? Para las nuevas generaciones es más conocimiento que casas o terrenos en los que invertir. En resumen, la empresa familiar ya no es un refugio seguro en el que refugiarse si no se tienen las aptitudes empresariales adecuadas.

En Italia, piensa, más del 80% de las empresas están en manos de familias. ¡De todos los tamaños! El fenómeno está súper extendido: 60% en Francia, 70% en la India, 75% en España y Australia, 86% en Sudamérica, 88% en el Reino Unido, ¡incluso 96% en Estados Unidos! Durante décadas, nos hemos centrado únicamente en la empresa y sus problemas, dando como mucho un poco de espacio a la interacción entre la empresa y la familia propietaria.

Pocos, sin embargo, han comprendido realmente que el modelo de capitalismo familiar no puede ignorar el análisis, tanto numérico como de «calidad», de estos tres elementos clave: la familia, la empresa familiar y el patrimonio del empresario. Son cosas distintas, con lógicas y necesidades diferentes, pero están estrechamente relacionadas. Y, sobre todo, los conceptos de familia y patrimonio evolucionan constantemente. ¡Estamos en el tercer milenio! Así pues, hay una evolución (o involución) para los tres elementos que se mezclan y entrelazan para formar la llamada Empresa Familiar.

El éxito de la empresa familiar individual y la supervivencia del capitalismo familiar dependen de lo bien equilibrados que estén estos tres «ingredientes» . Es un concepto sencillo, pero ¡mira cuántos casos empresariales hay por ahí en los que no existe este equilibrio! Uno sigue desequilibrado, con dificultad. Hay muchos riesgos. Si la familia y el patrimonio están bien, la empresa suele estarlo también. Pero si la familia está en guerra, o el patrimonio está mal gestionado, o la empresa se dirige con demasiada lógica familiar, ninguna reorganización empresarial, financiera, económica o de personal hará milagros.

Sólo equilibrando familia, empresa y patrimonio se puede garantizar el futuro del modelo de capitalismo familiar. Las empresas que pueden ir bien pero están desequilibradas por el lado familiar (demasiadas peleas) o por el lado patrimonial (demasiadas retiradas) tienen los días contados. Muchas están en ese «término medio»: no se hunden pero no despegan, ni siquiera la sombra del equilibrio.

¿Cómo encontrar ese equilibrio? Hay varias maneras. Por ejemplo, redactando unas normas familiares claras que regulen la propiedad y la gestión (quién es gerente y quién socio); evaluando periódicamente los activos, decidiendo cómo protegerlos y cómo transmitirlos a las generaciones futuras; haciendo que los bancos y las instituciones comprendan los sueños empresariales de cada uno, comunicando con datos claros; desfamilitarizando la empresa, aunque sólo sea durante un tiempo, con la ayuda de nuevos modelos de gestión.

Nuestro curso, tras analizar cómo considerar hoy en clave moderna los tres elementos Familia, Empresa Familiar y Patrimonio, va directo al grano: identifica para cada elemento los problemas que bloquean su desarrollo. Y, al final, le ofrece herramientas, caminos y proyectos concretos para ayudar a quienes trabajan con o en empresas familiares. Conocer el «entorno de la empresa familiar» le permitirá, como a un nadador, adaptarse a la piscina, al mar, a los ríos, al lago, al océano, aunque las condiciones sean muy diferentes. Porque las condiciones de la familia, la empresa, la actividad profesional y el patrimonio personal serán muy diferentes. Y es esencial comprender la dinámica de ese entorno (para el nadador, las corrientes, la temperatura del agua, las olas y la profundidad).

Un curso pensado para estudiantes, con el objetivo de que adquieras los fundamentos básicos si algún día tienes que continuar el sueño empresarial de tu familia, o si quieres (o vas a) trabajar en el fascinante mundo de la empresa familiar. En la Escuela Europea de Economía te damos las cartas para que juegues sobre seguro.

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